La Teoría del Cisne Negro
La Teoría del Cisne Negro
Cuando todo va sucediendo según lo que puede parecernos normal, se ve claro el horizonte y el resultado es predecible. No obstante, en algún momento sin tenerlo previsto sucede un hecho que no está en nuestras previsiones y que nos provoca una gran incertidumbre, una falta de rumbo y una urgencia por poder entenderlo para ver como seguir.
A estos hechos se les denomina “Cisne Negro”. La teoría que da vida a tales acontecimientos fue desarrollada por Nassim Taleb, un investigador y financista de origen libanés. Un “Cisne Negro” genera un impacto tal, que desordena el presente y lo planificado introduciendo la incertidumbre y haciendo que sea difícil ver más allá para decidir los pasos a seguir.
Para Nassim, estos fenómenos los podemos explicar siempre ex post, es decir, luego de acontecidos. El ejemplo más actual de esto es el Coronavirus, anteriormente por nombrar algunos hechos que impactaron en la Historia, la Peste Negra en el Siglo XIV , la Armada Invencible de Felipe II en el Siglo XVI, las Torres Gemelas en el año 2001, acontecimientos climáticos, la aparición de nuevos inventos y descubrimientos, y muchos hechos que acontecerán sin que podamos predecirlos
El Cisne Negro podríamos dividirlo en 2 clases: los naturales y los artificiales. En el caso de los naturales, es imposible anticiparse a ellos y serían básicamente aquellas catástrofes y hechos que ocurren sin intervención humana por ej. fenómenos climáticos.En el caso de los artificiales, los que pueden anticiparse a estos son los que pueden controlar lo que en Marketing se conoce como el Macroentorno, aquellos agentes capaces de modificar el entorno en aras de su conveniencia creando directamente un Cisne Negro, cuya consecuencia los beneficia (tensiones entre países, suba o baja del valor del petróleo, recortes de tasas, guerra bacteriológica, etc.
En los últimos años la economía mundial se ha movido casi en forma exclusiva en base a este Cisne Negro, sin certezas, y cada vez que parecía que la situación se encaminaba en un sentido aparecía uno de ellos, mayoritariamente de índole artificial, generando nuevamente incertidumbre y dudas sobre el camino a seguir para la mayoría de la población mundial.
Creo que este siglo XXI (que lleva ya un quinto de su recorrido) convivirá con estos hechos durante un tiempo durante el cual coexistan las nuevas tecnologías con los viejos sistemas que aún lideran en algunos sectores de la Economía Mundial.
Eduardo Fernández Marengo
Analista en Economía
Martes, 9 de marzo de 2020
